La conformación de la identidad carnavalesca en respuesta a la dualidad de la influencia del context
- Ileana González García
- 20 dic 2016
- 14 Min. de lectura

Introducción
El carnaval es un elemento cultural que se remonta desde la época de la colonia, donde el significado original nos hablaba de que las personas sometidas realizaban una mofa a los grande hacendados, para demostrarles que ellos también podrían realizar su grandes fiestas.
Esta tradición se fue adquiriendo en diversos lugares a tal punto que se volvió un rasgo característico de la Ciudad de Puebla.
Sin embargo, esta es la versión histórica pero que actualmente se puede notar como el significado que le atribuyen las personas, este mensaje oculto va sufriendo ciertas modificaciones por parte de sus integrantes dependiendo del contexto en el que se encuentren, sus experiencias de vida, herencia familiar, por simple convivencia, o como un evento donde se olvida el estrés de la vida diaria.
Considerada como una fiesta alrevesada, en donde ciertas reglas sociales se rompen, como es el caso de la inversión del género (maringuillas: hombres que visten con trajes de mujer), o romper con la rutina de la vida diaria de las personas festejando de forma espontánea e incluso podríamos decir que se permite en cierto grado el desorden público. Todo esto acampado de risas, música, baile y la posibilidad de adquirir una nueva personificación distinta de la habitual.
El carnaval ha sido visto por las personas desde diferentes enfoques, tanto positivos en respuesta a la conservación de la tradición; como negativos debido a todos los problemas sociales que se han manifestado como por ejemplo: pleitos entre cuadrillas, consumo de alcohol, maldades, etc.
Pero a pesar de ello, sigue habiendo una persistencia por darle continuidad a este evento cultural que se ha vuelto parte de la identidad a diferentes magnitudes: de forma personal, como algo que provoca la cohesión social de una colectividad y que es reconocida como diferente a otras cuadrillas, incluso como un rasgo de identidad territorial-barrial y a nivel estatal.
Dentro de la gama de cuadrillas Poblanas que realizan esta tradición, sobresale la cuadrilla de la “26 oriente” reconocida como “La Original” ubicada en el barrio de Xonaca, con la cual hemos tenido la oportunidad de realizar trabajo de campo y fue una ocasión en que pudimos conocer diferentes historias de vida, así como ser parte de su dinámica en toda la temporalidad en que se realiza el carnaval.
“Los orígenes en el barrio de Xonaca, se pierde en el pasado lejano. Quizá una prueba más definitiva sea la que proporciona un documento oficial municipal que data del 25 de febrero de 1938, otorgando el permiso a Adrián González y aun grupo de muchachos del barrio de Xonaca a salir en comparsas de máscaras” (Churchill, N., Serie Compositores Poblanos, pág. 10)
Fue la cohesión social del grupo, el orgullo que muestran por pertenecer a la cuadrilla, y este sentido de auto-adscripción lo que motivó el objetivo de este trabajo: “Abordar el sentido de identidad en repuesta a la influencia del contexto y las decisiones personales”
Cabe mencionar que como parte dela identidad van aunados dos elementos importantes: a) como la misma persona se considera y reconoce como parte de una misma colectividad, y b) como esta colectividad es reconocida por otros grupos de la misma naturaleza
Para poder ejemplificar esta propuesta, se mencionaran algunos factores sociales que contribuyen a la formación de la identidad y que se han visto continuamente entre los integrantes de la cuadrilla como por ejemplo: la continuidad de una tradición familiar (gracias a que los integrantes de su familia participan, las generaciones más pequeñas se integran a esta práctica cultural), gusto propio que los llevo a incorporarse, alguna promesa a algún familiar de estar año con año en el carnaval, etc.
Asimismo se toma en cuenta aspectos propios o individuales que son determinantes en la confirmación mental de esta categoría (como la dinámica que lleva en su vida cotidiana, la profesión de las personas, si son estudiantes y debido a que el carnaval choca con los horarios de la institución se debe realizar un cronograma para participar)
Se pretende mantener una perspectiva interna, que nos informe el sentir de los huehues, maringuillas, personas que ayudan a la organización, músicos, diablitos, etc., es decir, cada pieza conformante de la estructura que es el Carnaval y específicamente la cuadrilla de la 26 Oriente.
Cabe enfatizar que todo este evento cultural va dotado de elementos simbólicos, económicos, de territorialidad, de personificación, etc.
Contextualización
Siguiendo al autor Umberto Eco (1989), es necesario reconocer los elementos más importantes del carnaval:
Debe haber una transgresión de alguna regla que esté muy interiorizada entre las personas; como por ejemplo: siguiendo el ámbito histórico es una inversión de la habitual estructura ya que los huehues tratan de personificarse como españoles.
Asimismo se hace presente la inversión de los géneros, donde en un contexto actual hay una resistencia por aceptar a hombres vestidos de mujeres, pero que bajo este ámbito, se considera como algo llamativo y que le da un toque especial al carnaval.
En respuesta a lo anterior es donde entra en juego la ironía, ya que la mofa al estar tan interiorizada no es necesario que la expliquen, si no que las personas la capta de forma automática. En caso de que la evidencien perderá el efecto cómico.
Periodo del carnaval muy breve: En el caso del carnaval de Puebla, comienza un fin de semana antes del miércoles de ceniza, y para el domingo siguiente se realiza el cierre, el cual es una fiesta mayor para el público y los mismo integrantes de la cuadrilla donde el baile, la música y la convivencia son el factor común.
Debe repetirse una vez al año.
Independientemente de cumplir con las indicaciones anteriormente mencionadas, el carnaval que realiza la cuadrilla “La original” tiene elementos extras que provoca una mayor conexión con sus seguidores; como es el carnavalito, que provoca una mayor participación social por parte de los niños que se van incorporando a toda esta comunidad. Asimismo se va generando mayor orgullo de poner en alto al barrio de Xonaca, como un aspecto de identidad territorial.
Es una réplica de un solo día de lo que es el verdadero carnaval con los mismos elementos: vestuarios, baile, música pero donde los actores sociales son los pequeños; por ello no es raro que los hijos de los mismo huehues sean quienes realizan los bailes.
Con todo esto se quiere decir, es importante reconocer que en la apropiación del espacio ay elementos muy importantes como lo son: las relaciones sociales que se dan en un tiempo y espacio específico, que están bajo cierta reglamentación.
Si bien la cuadrilla tiene que moverse a diferentes puntos para poder realizar las bailadas, estas caminatas están inmersas en ciertos espacios que se han vuelto perfectamente identificables (el punto de reunión que es la casa ubicada en la calle 26 Oriente, el bar Bueno y Que, o la casa de la familia Bonilla).
Estos lugares, han ganado importancia y significación social en base a las experiencias que se viven; por ejemplo la casa de la Familia Bonilla ofrece una comida debido a la promesa que se ha realizado a un familiar de participar año con año; lo cual la vivencia de pasar un tiempo con los amigos se guarda en la memoria colectiva, favoreciendo a que al lugar se le dote de cierta significación.
Pero es importante aclarara que a pesar de esta movilidad se podría delimitar las fronteras de la superficie por la cual cuadrilla proporciona su servicio.
Retomando la reglamentación que rige la estructura, cualquier integrante de “La cuadrilla 26 Oriente” debe cumplir ciertas normas que son la causa del prestigio que ha ido ganando la colectividad.
Las principales reglas que sobresalen son: a) portar correctamente el vestuario (chaleco negro liso sin ningún bordado o aplicación entra, plumas en buen estado, camisa blanca corbata, etc.), b) utilizar la faja que los identifica como integrante de la cuadrilla, c) comprometerse con los horarios establecidos, d) no ingerir demasiada bebida alcohólica y en caso de hacerlo retirase el atuendo de huehue (este es un aspecto fundamental ya que de lo contrario se reforzarían estos imaginarios negativos que se han formado en torno al huehue, obstaculizando que logren su objetivo de dignificarlo).
Factores que inciden en la identidad
Es importante aclarar que para poder definir identidad, se debe mencionar la relación que guarda con el término de cultura; puesto que al ser seres sociales debe haber rasgos reconocibles por las demás personas que solo serán dadas por la interiorización de los hábitos aprendidos.
Identidad como colectividad
“Al interior, primándose una visión de consenso, la cultura seria socialmente compartida por los nativos, sujetos cuya identidad personal se construiría por la referencia y mediación de esos marcos de sentido grupalmente compartidos que constituyen su cultura. Al exterior, una cultura aparece como un núcleo homogéneo diferenciado de otros de la misma naturaleza”. Cañedo. M. (1999)
Con esto queda entendido que al estar inmerso en un contexto en el que hay pautas de comportamiento bien establecidas, las configuraciones mentales personales van a tener puntos de conexión con las estructuras mentales de las personas con las que convives porque interactúan en los mismos medios. Es decir, se crearan rasgos identitarios colectivos.
Con ello queda claro que la cuadrilla de la 26 Oriente, comparte una cultura y que ha sido apropiada y reproducida por cada miembro. Entendiendo esta como todos esos hábitos adquiridos que rigen la vida cotidiana y que se interiorizan: “todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos o capacidades adquiridas por el hombre en cuanto miembro de la sociedad” (Taylor, E. 1871)
Las configuraciones mentales colectivas que se han manifestado entre los integrantes de la cuadrilla aparte de las normas de la presencia, es el énfasis de que esta cuadrilla es la mejor, la dignificación del huehue y el objetivo de enaltecer al barrio de Xonaca como producto del sentido de pertenencia.
Desde una mirada externa la cuadrilla se ha considerado como un bloque bien posicionado, reconocido por los lugares y cuadrillas aledañas. A tal grado que en una ocasión cuando acompañábamos a unos integrantes cerca del mercado Morelos, pasaron otros huehues de otra cuadrilla y dijeron: -los de la 26 (chiflidos en tono de mentada de madre). Con ello queda ejemplificado que si bien algunos no se inclinan por esta cuadrilla al menos si la reconocen.
Por otro lado, en el momento de comenzar con los bailes el orden y el compromiso son elementos que caracterizan a la cuadrilla. De igual forma la camaradería es un factor que conlleva a la cohesión social, puesto que muchos participantes llevan años reproduciendo esta tradición y por ello es posible que entre el gran número de huehues que conforman la cuadrilla se puedan reconocer entre ellos mismos.
El punto del tiempo también es indispensable en el valor simbólico que van adquiriendo algunos artículos específicos del vestuario como lo son la capa y la máscara. Ya que son productos que en algunos casos se van pasando de generación en generación o simplemente mientras más años se reutilicen mayor es el atesoramiento que una persona le dé.
Cabe decir que la inversión del atuendo que las personas deben solventar para que se les dejen bailar es elevada y varía dependiendo del material, y de igual forma en caso de que se requiera se debe pagar restauraciones.
Sin mencionar que en caso de ser parte del comité se debe dar una cooperación mayor; pero de igual forma indica una cierta jerarquización y ya hay una participación más directa en las decisiones de este grupo.
Lo que se quiere enfatizar, es que la importancia social que ha ido ganando el carnaval, se ve manifestada en la persistencia que las personas ponen y el esfuerzo por cubrir dichos gastos a pesar de que la clase económica de algunos integrantes no sea elevada.
Otro aspecto que es sumamente importante en el tema que nos ocupa en el presente trabajo, es que la familia tiene una fuerte influencia en tus concepciones, en cómo te percibes a ti mismo ya que son las personas que t inculcan dicha cultura y con las que convives todo el tiempo.
Por otro lado, como seres sociales la forma de organización social básica reside en la familia. Podemos encontrar dos papeles importantes: uno en donde la matrilinealidad ejerce mayor presión, ya que son las mujeres (mamás o abuelas) las que confeccionan las capas, las que acompañan a los huehues y mayoritariamente son las encargadas de inculcar la cultura.
Pero por otro lado encontramos la influencia por parte de la línea paterna; ya que son los hombres los que mayoritariamente participan en el carnaval, por ello no es raro ver que la mayoría son huehues y en menor cantidad se aprecian maringuillas. De esta manera, los padres, los tíos o los abuelos que bailan, promueven que los descendientes ingresen a la cuadrilla.
Identidad en respuesta del libre albedrio
La comunidad que está conformada por individuos activos e interactuantes quienes interiorizan de distintas maneras los procesos sociales objetivos, a la vez que los van construyendo, asimilando y refuncionalizando, y tienen diferentes construcciones de significados” (Flores, I., 2005, pp. 41).
Con lo anteriormente dicho, podemos percatarnos de que la identidad va influenciada por el sabor personal o aprendizaje que te dejaron las experiencias (que va a ser diferente en cada individuo), el motivo por el que participas (tradición, gusto, imposición, etc.), la pasión con que se realizan ciertas cosas.
Con esto queremos llegar al hecho de que una persona es capaz de elegir qué cosas interioriza o vuelve parte de su identidad, en respuesta a sus intereses. Es como realizar una valoración de que es lo que le conviene y que cosas no van acorde a sus concepciones.
Si bien la mayoría de las personas tiene una tradición familiar que los incitó a participar, había algunas personas que ingresaron por iniciativa propia ya que había un sentimiento de admiración hacia el grupo.
Por lo tanto, la concepción de una persona que ya está de una forma u otra inmersa en el contexto carnavalesco y que conoce en cierto grado la organización interna de la cuadrilla, no va a ser la misma que la concepción que se forme una persona totalmente ajena a este ámbito.
Ya que debe de pasar por un proceso de interiorización de pautas culturales y que ingresa como alguien externo, sin algún familiar que baile con él o ella, aunque si hay quien acompañen a las bailadas. Esto provoca que cada quien le otorgue una significación distinta a un mismo evento
De esta forma, se puede notar las diferencias de las dos posiciones de identidad. Si bien como parte de la cuadrilla de la 26 Oriente los integrantes comparten elementos que los unifican y que dan una imagen ante otras cuadrillas, también debe haber un interés personal que los mantenga en la tradición.
Y estas dos posturas cohabitan en el subconsciente de la persona y serán indispensables para conformar su identidad.
Ejemplificación simple de estas dos posturas
Como rasgo característico del huehue, es indispensable la utilización de grandes capas con temática. Es decir, se acostumbra pintar o bordar una figura elegida por el propio huehue, pero debe de responder a la idea de representar el folclore mexicano, cuidando que no haya representación de personajes infantiles que se han vuelto parte del consumismo y que son completamente ajenos a las tradiciones.
En respuesta a lo anterior, es por ello que una gran cantidad de capas retoman aspectos prehispánicos: la conquista de Hernán Cortés, el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, sacrificios, dioses, o incluso una pareja de calacas enamoradas vestidos con vestimenta que te remonta a la antigüedad mexicana.
Por ello, en este elemento de elección se ven manifestadas estas dos posturas contrarias pero que son complementarias y se confabulan al mismo tiempo: “Nuestra identidad sólo puede consistir en la apropiación distintiva de ciertos repertorios culturales que se encuentran en nuestro entorno social, en nuestro grupo o en nuestra sociedad” (Giménez, G., 2003, pág. 1).
Asimismo, se puede aplicar esta dicotomía de entre el libre albedrio y lo colectivo:
Debe de elegir al personaje que en un momento será símbolo de reconocimiento y que muestra parte de sus gustos.
Es de gran importancia como se van creando tácticas de identificación en respuesta a que el traje cubre completamente la persona y es a través de la figura de la capa que puedes relacionar a quien le pertenece.
Por ello se enfatiza mucho el aspecto de reutilizar varios años estos artículos que son de gran valía tanto económica como simbólica.
La familia es coacciónate e influyente y en múltiples ocasiones se pudo observar que es algún miembro de la familia quien realiza las capas. De tal forma que pueden haber elementos distintivos que son propios de una familia específica y que también son un elemento de identidad.
Con esto damos paso a la definición de identidad: “La identidad no es más que el lado subjetivo (o, mejor, intersubjetivo) de la cultura, la cultura interiorizada en forma específica, distintiva y contrastiva por los actores sociales en relación con otros actores” (Giménez, G., 2003, pág. 1).
Como dijimos la identidad y la cultura son términos que van en continua e inherente relación, y es necesario la materialización de lo subjetivo para darse cuenta de su influencia en el hombre: la forma de pensar, las opiniones que tengas respecto a un echo social, las normas de conducta, se observan solo gracias al comportamiento y es lo que lo va a hacer reconocible para las demás personas.
Elementos identitarios que favorecen al reconocimiento de la cuadrilla de la 26 Oriente
En el caso del carnaval la diacronía es fundamental para posicionarte y que las demás cuadrillas te reconozcan como diferente a ellos, y esto solo es posible en parte al equilibrio de la innovación y factores tradicionales, al mejoramiento o superación, a tener claro ciertos principios que rigen el comportamiento, etc.
En el caso de la cuadrilla “la Original” estos elementos han sido presenciales a los largo de todos los años que han bailado; se permitió la incorporación del personaje del catrín, se busca conservar las canciones originales, se realizan juntas para tratar asunto de la organización y ensayos para poder realizar los bailes correctamente, y todos están unidos en el aspecto de que pertenecen a una cuadrilla con un prestigio social. Es decir es un hecho social vivo, que está en continua estructuración.
Por otro lado, siguiendo este aspecto diacrónico es importante aclarar que las representaciones mentales o significaciones que se van formando en torno a esta fiesta pagana son diversas porque las personas del carnaval difieren en: edades, lo cual implica diversos contextos históricos; formas de pensar; profesiones u oficios; y gustos personales. Con esto la identidad también va a responder a cuestiones románticas, a la forma en como percibes e idealizas el hecho social.
Conclusión
El carnaval es un hecho social que se desapega de las normas de convivencia socialmente aceptas, y que se ha convertido en un rasgo característico del Estado de Puebla. Es una fiesta donde se hace presente el exceso de alegría, de beber, de bailes, transgrediendo algunas pautas de comportamiento dando pie incluso al travestismo.
Dentro de las múltiples cuadrillas de los diversos barrios que realizan esta práctica, ha sobresalido la Cuadrilla de la 26 Oriente, que ha ganado un gran prestigio social gracias a todas las exigencias, conservación de rasgos culturales, y organización interna.
En este evento sociocultural, van implícitos muchos elementos simbólicos que son un factor crucial para que las personas se inclinen por seguir repitiendo anualmente el carnaval.
Se ha vuelto un rasgo cultural de gran envergadura y que a la vez forma parte de la identidad de sus integrantes. Si bien; hay elementos de identidad que se repiten en cada miembros de la cuadrilla a causa de que deben acatar ciertas normas para adscribirse a esta, también es porque comparten un mismo objetivo que es la continuidad de la tradición.
Este rasgo es homogeneizador ya que esta característica provoca que ante las demás cuadrillas se diferencien.
Sin embargo cada persona puede tener rasgos particulares que los caracterice entro los mismo miembros de su cuadrilla, y que son elementos culturales que ellos aceptan interiorizar porque responden a sus necesidades y contextos.
Por lo tanto podemos decir que la identidad que es lo que te diferencia tanto individual como de otras colectividades; es una combinación de factores que influyen en tu persona per se y otros que dejas que influyan en ti.
Considero que la antropología puede aportar demasiado al estudio de la identidad de una forma que tenga una aplicabilidad en la sociedad, como elemento de defensa y que favorezca a la tolerancia de otras colectividades.
De igual forma se debe de considerar el aspecto ético, en donde se evite la manipulación de los rasgos culturales para brindar una imagen idealizada y que en algún momento incite a considerar a las personas como llamativo, turístico o extravagante.
Esto sale a colación por últimamente las tácticas políticas tratan de generar imaginarios, para poder atraer turismo, sin tomar en cuenta a sus actores sociales, generando inconformidad por que se valen de la difusión de su cultura de forma errónea para satisfacer intereses ajenos a ellos.
Si no por el contrario, que esta visión de identidad sea construida a través de las mismas categorías que usan los mismo miembros de los grupos sociales; de tal forma que se vean reflejados y estén de acuerdo en lo que se difunde respecto a sus formas de pensar, cosmovisión y entenderlo desde su contesto, espacio y tiempo.
La identidad puede ser entendida dependiendo de diversas magnitudes, en relación a al Estado (Puebla), la ciudad, las personas con las que convives, la familia, los amigos. Lo importante es ir prestando mayor atención a los detalles
Es decir cada vez más se va realizando un análisis más minucioso para encontrar esas diferencias que si lo vemos en un contexto macro se recae a las generalizaciones.
Bibliografía
Flores, I. (2005) . Revista La Palabra y el Hombre, No. 136, pp.41-48. Universidad Veracruzana. Fecha de consulta: 09 de abril de 2016, disponible en: http://cdigital.uv.mx/bitstream/123456789/345/1/2005136P41.pdf
Giménez, G. (2003) . Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. Fecha de consulta: 09 de abril de 2016, disponible en: http://perio.unlp.edu.ar/teorias2/textos/articulos/gimenez.pdf
Rojas, M. (2011) Identidad cultural e integración: Desde la Ilustración hasta el Romanticismo latinoamericanos. Universidad de San Buenaventura: Bogotá. Disponible en: http://www.cecies.org/imagenes/edicion_511.pdf
Molano, L. (2007) Identidad cultural un concepto que evoluciona. Revista Opera. Núm. 7,Colombia. pp. 69- 84. Disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/675/67500705.pdf
Eco, H. (1989). ¡Carnaval!. Fondo de Cultura económica, México
Churchill, N., . Serie Compositores Poblanos. México
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