

David Sánchez Hernández
(Fotografías y texto)
El carnaval en Puebla tiene variantes y particularidades a partir del lugar donde se realice y es por ello que en Xonaca se ha volteado la mirada para ver qué tipo de carnaval es el que se lleva acabo en este Barrio Bravo. Las siguientes imágenes fueron tomadas durante el Carnaval de Xonaca, en la capital poblana, dichas fotos corresponden a los participantes de la cuadrilla de la 26 Oriente. Una muy breve y pequeña muestra de todo lo que conforma esta celebración a la Virgen de la Candelaria por y para el Barrio.
La particularidad de la cuadrilla de la 26 Oriente es la profesionalización que se ha llevado para la preparación y puesta en escena de los huehues, a diferencia de otras cuadrillas la 26 oriente mantiene una exigencia constante con respecto al traje, los ensayos y la participación, si bien pudieran existir rencillas entre esta y otras cuadrillas por las formas distintas de pensar el carnaval, la 26 oriente no ha caído en provocaciones y mantienen su disposición de dignificar su barrio, el carnaval y las raíces prehispánicas, por lo que en todas sus capas tienen imágenes alusivas a distintas figuras y percepciones de lo prehispánico.
Cada imagen es solo una breve abstracción de la realidad que se vive durante estos días, los bailes, la música, cada huehue, maringilla, diablos, etc. crean todo un espectáculo y un sentimiento que comparten todos, la dignificación de su barrio y el conservar estas tradiciones que les dotan de identidad y de un momento de plenitud y felicidad. Sin ninguna secuencia específica, hago muestra en las siguientes fotografías tomadas por mí. No solo la imagen si no la emoción que permea a esta práctica.

"Altivez de un ella". La diabla, un él siendo ella, luciendo vestidos, sus movimientos femeninos al bailar y representar a su personaje, que en palabras de Víctor “una vez al año debo sacar mi putería”. Dicho personaje es sumamente cuidadoso en sus vestidos, en lucir como lo merece, con una figura altiva he imponente baila durante largas jornadas, coquetea con espectadores, dejándose muchos llevar por los movimientos de tan peculiar figura femenina. El carnaval es ese momento donde todos pueden desinhibirse, ser algo que en la cotidianidad de la vida diaria no podrían ser, si bien la cuadrilla de la 26 tiene una rigurosidad en cuanto a la realización de la bailada, nunca se deja fuera el disfrute de esta tan preciada y significativa celebración. Una vez al año, durante algunas semanas, sale a bailar la diabla por el barrio de Xonaca, con esa presencia impactante e imponente, con esa altivez que solo ella puede tener y representar tan eficazmente.

"Camaradería y complicidad". Una pieza que se repite de manera constante, movimientos cíclicos que se van entrelazando por cada participante, dos manos unidas en un apretón que representa más que un baile, representa la amistad, la fraternidad de unos con otros, la confianza, la camaradería y complicidad que existe en torno a esta celebración. Ellos no bailan solos, bailan con sus amigos, con sus vecinos y para sus vecinos, bailan con y para la familia, un apretón de manos que trae consigo nostalgia, felicidad y añoranza del siguiente carnaval, porque a medida que avanza el carnaval llega la culminación del mismo. Pese a ello el disfrute y la convivencia que se da dentro de resulta maravillosa, una temporada donde Xonaca pierde toda la imagen de un barrio Bravo para convertirse en un espacio de sana convivencia. Todo un año de preparación, ensayos y sacrifico es lo que se lleva para llegar a este preciso momento, la presentación del carnaval, de cada huehue y se vuelve la fecha idónea para celebrar y convivir con el barrio de Xonaca.

"Felicidad en Rojo". Cada personaje es único, están tan bien construido y tan bien ataviados. Un ejemplo de ello son los diablos son aquellos puentes entre el espectador y los huehues, encargados de la interacción cada uno hace su trabajo de forma precisa y muy bien lograda, el jugueteo constante con las personas, invitándoles a bailar, haciendo bromas para con ellos, bailando y camuflajeándose entre los huehues, olvidando por un momento que son estos diablos las representaciones del mal, pero esto queda en segundo plano, los diablos bailan, los diablos juegan. Ya sea con caretas o con máscaras de látex, los diablos se lucen, bailan, disfrutan e interactúan con los observadores, algunos más que otros, pero siempre buscan la unión y la convivencia sana con su barrio.

"Movimientos de la Alegría". Todo un evento entorno a esta celebración, toda una corporalización de la música que lleva a un momento de frenesí de los participantes. Este carnaval representa mucho más que esfuerzo y tenacidad y los gastos que se llevan a lo largo de un año, representa felicidad, ya que ser parte del carnaval, ser un huehue, maringuilla o diablo, ser parte de la 26 oriente no es cuestión sencilla ni barata, existe un gran esfuerzo por parte de los participantes y organizadores, pero todo ello vale la pena, cuando ves el goce y disfrute de cada baile, si bien las caretas ocultan el rostro del bailarín, la careta bien refleja por completo el goce y disfrute de cada baile.
Movimientos llenos de vida y que contagian entusiasmo, se vuelve inevitable el querer bailar, aplaudir y gritar al ver a estos profesionistas de la fiesta, a estos representantes del goce y disfrute antes de entrar a la cuaresma. Entre lo llamativo de las capas, las plumas y la perfección de las caretas se vuelven cada movimiento y cada acción un sinónimo de alegría, una imagen que bien refleja la felicidad encontrada al formar parte de la 26 ote. Al bailar, gritar y ser contagiar esa felicidad con todos los espectadores.

"Reposo de una familia". El chichilin degustando una cerveza, a un costado algunos huehues descanando despues de una mañana bailando en los rayos más fuertes del sol, el fondo es la casa de la Familia Bonilla, familia que no solo participa y disfruta del carnaval, viven el carnaval, por su parte ponen un buen número de cartones de cerveza, la finalidad, la mera convivencia entre los huehues, diablos, maringuillas y los amigos de la cuadrilla, ya que el carnaval tiene a otros actores que no necesariamnete bailan, pero si apoyan con la logistica del evento, el carnaval se construye a partir del apoyo de un sin fin de personas, desde los que ponen capital economico, como los que bailan u ofrecen su apoyo para cargar, mover o cocinar, una tradicón que afiancia alianzas y amistades. Estos momentos de descanso son perfectos para charlar, para felicitarse unos a otros y para denotar y sugerir mejoras si es necesario, es un buen momento para acomodar las plumas, arreglar el traje o cambiar de capa, este tiempo de resposo es ideal para toda la familia de la 26 oriente.

"Rostro Dulce". Una careta que se cobra vida cada año, una careta que más que ocultar es el hecho de volverse parte del mismo, por un momento, pareciera que esos rasgos tan detallados estuvieran sonriendo como toda una persona, en palabras de los huehues las máscaras cada vez que llega el carnaval toman un brillo muy particular.
Estos rostros se vuelven los galanes del Xonaca, no hay quien no pueda caer ante los encantos de tan definidos rasgos, están los barbados, y los de ojos verdes o azules, pero todos tan vivaces y cautivantes.
Estas mascaras son de un valor no solo monetario, estas mascaras se vuelven parte dé, se vuelven extensiones de quienes las portan y muchas veces se heredan entre la familia, toman un valor de reliquias y cada rasgo dentro de la careta solo es parte de la vida que llevan estas. Sean españoles, hacendados o Pedro Armendáris estas caretas son la cara noble, dulce jovial y alegre que recibe a todos a su casa, a Xonaca, a las 26 oriente para cada año pasar un rato de alegría y júbilo.

"Un carnaval de todos". Por una u otra razón, algunos de los personajes toman mayor relevancia dentro de esta festividad, tal es el caso del chichilin, cuyo personaje es el de un diablo. Cada año sabe bien cuál es su trabajo, simplemente disfrutar, bailar y hacer participar a los espectadores. Los mismos habitantes y quienes llegan de otras partes saben bien quien es, disfrutan de sus bromas, de bailar con él y que los haga parte de los huehues.
Con tan peculiar personalidad es difícil diferenciar al chichilin del carnaval al chichilin del día a día. Las personas se acercan para esto, para olvidarse un rato de todo aquello que ajetrea en la ciudad, a modo de escape y resistencia, el carnaval de Xonaca se vuelve el enclave donde deja de ser una Metrópolis Poblana, para convertirse en esta tan peculiar pauta cultural, que no encaja del todo con los sistemas políticos, económicos y de la propia cotidianidad poblana, que solo ve con rumbo a una modernidad gris y de concreto, Xonaca y la 26 oriente crean un refugio para esa memoria de un pueblo que mantuvo, mantiene y seguirá manteniendo sus costumbres en cuanto a la celebración del Adiós a la carne y la llegada de la cuaresma.