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introducción: 

¡Grito de huehue!

 

por Aida  Beatriz Pérez Sánchez

Durante los días que preceden a la Semana Santa sucede un fenómeno social de suma importancia en el barrio de Xonaca, Puebla. En este barrio se ha creado un imaginario social que presenta al barrio de Xonaca como un sitio de inseguridad, vandalismo y pobreza. Es por eso que durante los últimos cien años ha surgido a través de una influencia externa desde el Estado de Tlaxcala una práctica que ha buscado ser una respuesta desde las personas para poder dignificar su barrio. Desde la  consolidación del barrio de Xonaca en sus alrededores al centro de Puebla el barrio se ha consolidado como periferia a los proyectos de urbanización implantados por los diversos gobiernos en torno al centro de Puebla quedando de alguna manera rezagados de los procesos de urbanización.

Xonaca significa cebolla  en la lengua náhuatl, la lengua materna de los que fueron traídos aquí desde una población conocida como Xonac del Monte, ubicada a las faldas de la Malinche. En el inicio de su consolidación Xonaca era un sitio donde los pobladores de diversas localidades emigraban para concentrarse como centros de mano de obra para las haciendas, el estar separados por el Rio San Francisco ha influenciado a la separación de la comunidad con respecto a los otros barrios de Puebla en sus inicios. El estar tan cerca y tan lejos de la modernización dio pie a que Xonaca iniciara un proceso de modernización pero sin dejar de ser periferia en donde las principales actividades económicas giraban en torno a las fábricas.

 

El barrio

 

La estructura del barrio se ha creado en torno a relaciones de parentesco y alianzas entre los habitantes de cada parte de la colonia, es decir, una familia se concentra en determinada zona geográfica y en esta van siendo  incorporadas nuevas personas de acuerdo a la unión de personas con gente de otros barrios, nutriendo y ampliando los alcances de la familia. Tal es el caso de la familia que se encontraba en un principio en la 26 Oriente y la transformación que sus integrantes ya que se han establecido relaciones con integrantes de otros barrios, lo que permiten  se generen lazos de alianza.

 

El barrio está caracterizado por la cantidad de vecindades y casas compartidas por una sola familia en donde los integrantes que pertenecen a la cuadrilla 26 son familia, parientes de segundo nivel o gente cercana las comunidades de Xonaca. Es importante mencionar la emigración que los habitantes del barrio han realizado debido a una movilización social y económica, aspectos que influyen para la emigración son en su mayoría los relacionado al cambio de trabajo ya sea en otras colonias de la Ciudad de Puebla o incluso al extranjero; a la mejora de la calidad de vida, a la formación de una nueva  familia a través de relaciones como el matrimonio, en donde las personas se mudan para encontrar una mejor calidad de vida.

 

A pesar de la existencia de elementos que provoquen la movilidad a otros lugares y los habitantes radiquen la mayor parte del tiempo en sus nuevos sitios de vivienda sigue la creencia y el sentimiento de identidad en torno al barrio de Xonaca, siendo ese su lugar de origen y donde crecieron. Es aquí en donde han surgido diversas prácticas las cuales son una transgresión a los modos de vida cotidianos en donde los habitantes ya sea originarios, habitantes comunes o personas incluso de otros barrios contribuyan y sostengan la reproducción de prácticas como el carnaval.

 

 

Danza popular urbana como creadora de identidad

 

La aparición y el desarrollo de la ciudad como estructura y organización sociopolítica marcó también el desarrollo de la danza. (Dallal, 2007). Es en estas metrópolis o angelópolis en el caso poblano donde se crea un sistema que determina la forma de pensar y los modos de vida de cada integrante de esta en donde en busca de la modernización y la homogenización surgen grupos de resistencia desde la periferia que se unen para poder consolidar y recrear su identidad, no como periferia, sino como un barrio en sí mismo que a pesar de formar parte de la ciudad, crea y recrea prácticas de las que se ayuda para consolidarse como el barrio de Xonaca, ayudándose de elementos artísticos como las danzas para transmitir y generar un sentimiento de pertenencia entre sus habitantes, así como generar un estatus que contribuya a la transformación de los imaginarios sociales sobre su colonia.

 

“La danza popular urbana es aquella que, nacida en el seno de la ciudad, ha surgido a partir de los impulsos colectivos de sectores sociales oriundos de la urbe o aclimatados a su sistema de vida” (Dallal, 2007:54).

 

La danza surge en el barrio para el barrio y el exterior, la popularidad de estas danzas reside en que es elaborada y creada por los mismo integrantes del lugar en el que se hace, dando así una familiaridad que asegura y crea formas de organización en la que aparecen elementos como el estatus, la competitividad, pero también la convivencia y la alianza entre los integrantes de la cuadrilla 26.

 

“Las danzas populares urbanas poseen un alto contenido de individualidad. Aunque son de fácil proliferación […] los ingredientes de cada pieza – ritmo, formas, trazos, movimientos, significaciones - pueden estar referidos directamente a la cultura del cuerpo de una clase social determinada” (Dallal, 2007:55).

 

La búsqueda de estatus hace que la cuadrilla 26 sea exigente consigo mismos, con sus músicos, con su público y con sus formas de hacer danza, esta exigencia según los mismos integrantes hace que el grupo siga creciendo y se inviertan grandes cantidades de dinero para mantener y acrecentar la categoría a nivel estatal e internacional que han adquirido de acuerdo a la organización que han mantenido a lo largo de más de setenta años.

 

Hoy en día su filosofía se basa en alcanzar la excelencia grupal a través de ciertos estándares de calidad establecidos por la comisión en turno, quienes señalaran los requisitos necesarios del vestuario, la uniformidad y la creatividad de cada participante, ya que el papel que tiene la cuadrilla 26 en el barrio de Xonaca es la de la mejor agrupación debido a su música, su exigencia, su organización, sus bailes, etcétera. Lo que mantiene la existencia del carnaval en el barrio es la presencia de integrantes de la comunidad y la transmisión de tradiciones y costumbres en cada generación nueva. Es importante mencionar que la mayoría de los integrantes de la cuadrilla que fueron entrevistados para esta práctica, tenían un acercamiento hacia el carnaval debido a que sus abuelas, abuelos, padres, madres, hermanos, tíos, sobrinos eran originarios del barrio de Xonaca y específicamente fueron integrantes o espectadores regulares del carnaval en días anteriores a la Semana Santa.

 

Palabras finales

 

Lo que hace tan importante a la cuadrilla 26 y lo convierte en un fenómeno de estudio es que la transmisión de los sentimientos y sentires colectivos es heredado de generación en generación junto con los valores que ha contribuido a la permanencia de este grupo de danzantes. Con ensayos durante seis meses antes a la realización del carnaval y una organización y planificación que dura todo el año en la cuadrilla 26 se generan sentimientos de orgullo y pertenencia donde padres, hijos, abuelos, tíos, hijas, sobrinas, nietas han creado sentimientos de identidad entre ellos con la exigencia que los caracteriza tanto en vestuario, como puntualidad y comportamiento para formar un estatus y una competencia sana con las otras cuadrillas lo que transgrede con el imaginario social que se tiene sobre este lugar, siendo así como los integrantes del barrio crean lazos de convivencia entre sí y la comunidad.

© 2017 Antropología Creativa por Joelle Ortega Pérez

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